Tras «tomar tierra», un disco puede rebotar con intensidad para avanzar unos metros extra o, incluso, para entrar a la canasta.
Otra técnica avanzada consiste en calcular la reacción del disco tras tomar contacto con el suelo: si cae con suficiente velocidad, desde una altura relativamente baja y en un ángulo de hyzer de unos 15º con la horizontal y sobre un tipo de terreno relativamente resbaladizo ( hierba corta, tierra… ), el disco rebotará como las piedras planas en el agua e inicie un segundo vuelo mucho más corto que podemos tener en cuenta para acercarnos unos metros más a nuestro objetivo.
Ten en cuenta que el contacto hará girar al disco súbitamente con una curvatura en la misma dirección a la del fade, lo cual es útil para hoyos en los que haya que lograr una trayectoria más curva que la que se puede obtener en vuelo.
En general los discos más planos y con el aro ancho ( drivers ) tienen más tendencia a rebotar que los putters o media distancia así como los plásticos más duros rebotan con más facilidad que los blandos, que tienen más tendencia a “agarrarse” al suelo.
En algunos casos extremos, es posible oir el mágico «ding» de las cadenas tras un skip muy preciso. ¡ Esperamos que hayas grabado el lanzamiento !